Chloris chloris
Cagarneres en la lloma, verderols en el paller, les perdius en l’estepar, teuladins en el carrer.
El verderón europeo o común (Chloris chloris), es un pequeño pájaro cantor, del orden de los paseriformes y de la familia Fringillidae (como el pinzón). Es una especie común en la Península Ibérica.
Mide de 13 a 15 cm de largo. Su plumaje es de un llamativo color verde amarillento, más intenso en la época de reproducción, con los laterales de la cola y el obispillo, amarillos. En vuelo, luce una conspicua franja alar también amarilla, siendo ondulado su desplazamiento.
La hembra tiene una coloración más apagada, más gris. Ambos tienen las patas rosadas y un robusto pico cónico claro que utilizan para abrir las semillas de los cereales y árboles (nogal, olmo, tilo, fresno, pino…), zarza y escaramujo entre otras que le sirven de alimento, y que en los meses más cálidos complementa con el consumo de insectos, entre los cuales se cuentan áfidos, hormigas, escarabajos y también arañas. En otoño visita los viñedos y frutales para comer fruta madura. Soporta bien los rigores del invierno y sabe encontrar su alimento incluso cuando la capa de nieve es espesa.
En aquellas zonas de vegetación escasa y poco densa se confina en los pinares, que constituyen quizás su hábitat original. En todos los demás lugares se le encuentra en los alrededores de casas, jardines y granjas, permaneciendo ausente de los lugares más remotos de la campiña. A finales del verano, se congrega en grandes bandadas, que merodean por los campos arados y silos en busca del grano caído y semillas de plantas silvestres, especialmente aquellas que medran en terreno cultivado.
Cuando llega el mes de marzo el macho alterna su silbido inspirado con un vuelo ascendente desde la rama en que se posa y una especie de suspensión en el aire por medio de lentos aleteos, a la manera de las mariposas o murciélagos, sin cesar de gorjear. Esta acción constituye la parte principal de su exhibición galante.
Cría en las arboledas y arbustos tupidos de las zonas habitadas, parques, jardines, huertos, frutales y en los cipreses de los cementerios y todos los bosquecillos e hileras de árboles del ámbito rural. Tiende a anidar en grupos. Por regla general, el nido suele ser construido en un seto o arbusto verde con raicillas finas, musgo y lana; es revestido de raíces, pelos, plumas. Los huevos, de 4 a 6, son puestos en mayo; su color varía entre el blanco sucio y el azul verdoso con manchas pardas, rojizas o violáceas, y sus dimensiones son de 19 por 12 mm. Sólo la hembra cuida de la incubación, que dura dos semanas; entre tanto, es alimentada por el macho que permanece inmóvil desde un posadero cercano. Luego ambos, una vez nacidas las crías, los alimentan durante 13-16 días por regurgitación de insectos y de semillas aplastadas. Cuando adquieren sus primeras plumas, permanecen junto a sus padres, formando un grupo familiar muy unido. Realizan dos puestas anuales, ocasionalmente tres.
Al final de la época de cría se reúnen en bandadas numerosas que incluyen también otros fringílidos y pájaros migrantes que llegan del norte en otoño y vuelan sin rumbo a través de bosques, campos, estepas y cultivos.
Reproducción de su canto: