Hoy me he dispuesto a subir a la cumbre de la sierra de Aitana, que con sus 1558 metros, es la mas alta de la provincia de alicante. La excusa perfecta para disfrutar de otro día más en la montaña ha sido una diminuta y esquiva ave, el treparriscos (Tichodroma muraria), el cual quería intentar poder encontrarlo cerca de la cima, pues ahora en invierno este habitante del Pirineo y la Cordillera Cantábrica suele realizar un migración altitudinal buscando cotas más bajas.
La afilada sierra de Bernia nos da la espalda en el inicio de ruta hacia Aitana.Panorámica de la Sierra antes de cruzar el Pas de la Rabosa.El hábitat característico del escribano montesino (Emberiza cia) son las laderas pedregosas y espacios montañosos donde hay zonas de vegetación con grupos de piedras sobresalientes. Su nombre indica su preferencia hacia los terrenos montañosos, laderas soleadas donde el terreno sea irregular y pedregoso. La Sierra de Aitana reúne todas esas condiciones, y durante la travesía puedo observar algunos ejemplares.La Sierra de Bernia vista muy cerca ya de la fuente ForataDurante el camino hacia la fuente Forata, ubicada a 1350 metros, van apareciendo numerosos ejemplares de zorzales y mirlo capiblanco.Mirlo capiblanco (Turdus torquatus) en la fuente de la Forata. La Penya Forata es una formación muy escarpada situada en la cara norte de la Sierra de Aitana y que antecede al Pas de la Rabosa. Un mosquitero común (Philloscopus collibita) posado en un espino blanco (Crataegus monogyna). Este arbusto es muy abundante a lo largo de la ruta.Simas de Partagat y Pas de la Rabosa vistos desde la senda que se dirige al Collado de Tagarina. A la izquierda la base militar situada en la cota más alta de la sierra. Camino del Collado de TagarinaLas aves que he localizado en la cumbre y muy cerca de ella son el roquero rojo (Monticola saxatilis), la totovía (Lullula arborea), el acentor alpino (Prunella collaris), la bisbita común (Anthus pratensis), entre otras.Cima del Puigcampana desde el Collado de Tagarina, que antecede al litoral mediterráneoCasi al final de la ruta, una vez sobrepasada la microreserva del Runar dels Teixos, este zorro curioso se dejó ver durante unos instantes para después desaparecer tranquilamente entre la maleza.
