Ortiz, el último pastor del Caroig III
Ortiz, el último pastor del Caroig III
24 de septiembre de 2009. La Juanera y el Barranco del Mátalo.
Después de varios días de persistente lluvia, el sol ilumina la limpia atmósfera otoñal; en lo alto de la sierra, por umbrías y valles comienzan a amarillear robles, chopos y fresnos, donde estas agrupaciones de árboles destacan ahora en el paisaje mediterráneo. El rebaño se desplaza por las altas cumbres de la sierra del Caroig. No muy lejos se escucha en el fondo del bosque el croar del sapo común. Junto al camino vemos algún lagarto soleándose al sol otoñal. Vicente Talens que nos acompaña este día se detiene a cortar unas ramas de pebrella, una planta endémica de los montes valencianos, muy usada en nuestra cocina mediterránea para cocinar los gazpachos y para adobar las olivas.
27 de septiembre de 2009. Fuente La Jaraca
Amanece en los montes del Caroig con lluvia y persistentes nieblas. El rebaño se desplaza junto al camino que va desde la fuente de La Jaraca hasta la zona del barranco de Matalo, La Juanera y El Púlpito, a los pies del pico Caroig. En algunos tramos el camino atraviesa hileras de roble valenciano y fresno de monte, que dan una nota de color, diferente, en el austero paisaje del bosque mediterráneo, donde el tiempo parece haberse detenido por la calma que reina en el ambiente.
Pasamos al lado de algunos corrales abandonados, que con la niebla parecen estar más tristes aun. Abandonamos el camino y nos adentramos ladera abajo, entre coscojas, jaras, aliagas y otros matorrales. En medio del bosque encontramos una setas amarillas, se trata de la seta de cabra, dice JV, y se empiezan a ver ahora a principios de otoño, y son indicadoras de que en 15 ó 20 días empezarán a salir los pebrazos.
Almorzando en la Fuentefría JV nos cuenta lo que le pasó a Paco, un tío suyo que de joven mientras estaba al cuidado de un rebaño se durmió en la era cerca de una casa de campo, y las ovejas se le fueron. Al llegar un segador junto al dueño de las ovejas y viéndolo como dormía decidieron gastarle una broma, gritando: “Pacooooo, correeeeeee, la zorraaaaaa!!!!, el chico asustado salió corriendo detrás de las ovejas.
En lo profundo del bosque oímos el lúgubre ulular del cárabo, que a pesar de ser un ave nocturna, en días grises y neblinosos como el de hoy, permanece activo. En los bosques alrededor del pico Caroig es muy frecuente la presencia de estos enigmáticos y misteriosos pájaros nocturnos, dice JV.