Ortiz, el último pastor del Caroig V

Ortiz, el último pastor del Caroig V

10 de Enero de 2010. Caroig.

Mañana muy fría (-40C). Todo el Macizo del Caroig amanece bajo un espeso manto de nieve. Me encuentro en la población de Ayora, son las 8.30h. He quedado con JV. En su casa está su madre Vicenta, que sentada en el corral junto a la vieja puerta del establo, la vemos trabajando el esparto con habilidad, confecciona cestas, capazos, floreros, bandejas, etc., que luego vende en los mercados tradicionales de los pueblos. Nos despedimos, pero no sin antes quedar con ella otro día para que nos prepare en pleno monte las gachas típicas que los pastores elaboraban antiguamente cuando permanecían muchos días con sus rebaños en la sierra alejados de la población.

Subimos al Nissan Patrol y saliendo de Ayora nos dirigimos a Teresa de Cofrentes, en plena sierra cruzamos el puente del río Cantabán. Frente a nosotros se alza majestuosamente el pico Alcola y su cadena montañosa. Pasamos por la Cañada de Abajo también llamada Cañada de Jarafuel, un inmenso valle con la Muela de Cortes al fondo.

Tras muchos kilómetros por caminos de montaña y rodeados de nieve llegamos a la mojonera de tres términos, Cortes de Pallás, Bicorp y Teresa de Cofrentes. Allí, en la partida de La Solana (Bicorp) se encuentra el rebaño al que acompañamos durante varias horas por parajes de gran belleza.

Frente a nosotros y mirando hacia el oeste vemos el pico Caroig, justo en el punto por donde las cabras pasan cerca de la casa-corral del Mellao. Desde allí se divisa también el enorme valle labrado por los ríos Cazuma y Cantabán, que desde Teresa de Cofrentes y Jarafuel llega más allá del pico Caroig.

De regreso vemos algunas cabras rezagadas, JV me dice que no hay problema y que pronto llegarán al grueso del rebaño. Pero lo que nos llama la atención es un cabrito pequeño que anda solo. JV hábilmente lo coge y lo deja en el corral del Mellao para que pase la noche, para al día siguiente cuando vuelva incorporarlo al rebaño. Me dice que junto a él debería haber ido su hermano pero que seguramente fue apresado por un águila o algún zorro.

De vuelta, pasamos por la casa-corral del Cura a dar el pienso (avena, alfalfa y maiz) y paja a los machos que ahora permanecen separados del rebaño.

Partimos ya avanzada la tarde para llegar al corral del pastor Casimiro Lafuente (4-2-1950), al que nos topamos por el camino con sus cabras. Este pastor de Jarafuel tiene su corral a pocos metros del río Cantabán, en un bonito paraje con multitud de chopos con sus hojas desnudas pues estamos en pleno invierno. A la otra parte del camino vemos campos de almendros y olivares. Conversamos largo tiempo con este buen hombre, y mientras sus cabras pastan tranquilamente en una loma de la sierra, nos explica las propiedades de cuatro hierbas que crecen al margen del camino:

  1. Berceo: muy parecido al esparto
  2. Cañamillo: florece más tarde que el romero y es muy bueno para la miel.
  3. Salao: hierba leñosa que las cabras se la comen muy bien. De sus ramas Casimiro hace gavillas para encender la lumbre.
  4. Boja (Albaida).

La tarde empieza definitivamente a caer y el frío empieza a hacerse insoportable, sopla un viento del norte helador. Es hora de regresar.

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