Reflexiones nocturnas

La Vía Láctea es una galaxia espiral repleta de estrellas y nubes interestelares, donde se encuentra el sistema solar y a su vez la Tierra. Se trata del objeto más grande observable desde nuestro planeta. Debido a nuestra situación periférica dentro de ella, la vemos de canto y de una forma óptica borrosa de gran confusión debido a la gran cantidad de estrellas y nebulosas que se superponen. Se calcula que contiene entre 200 000 y 400 000 millones de estrellas. La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 25 766 años luz. La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado Grupo Local y es la segunda más grande y brillante tras la galaxia de Andrómeda.

5-Mayo-2019. La Vía Láctea desde el cementerio de Sumacàrcer luce con todo su esplendor.

3-Agosto-2019. Casas de Don Pedro (Castilla la Mancha). En el silencio de la noche puedo escuchar, muy lejos, el canto de un gallo…mientras, el Universo, ajeno a todo lo que ocurre en nuestro planeta, sigue su curso sin importarle absolutamente nada…
17-Julio-2020. Mi particular forma de decir adiós al Cometa C / 2020 F3 Neowise. Nos vemos dentro de 6.800 años!. Formaciones rocosas de la Barcella y el Celemín. Macizo del Caroig.
21-Julio-2020. Macizo del Caroig. Cómo describir la sensación de encontrarme en este lugar? No sabría decir, tal vez una mezcla de muchas cosas, pero de lo que sí estoy seguro es que, en la soledad de este paraje, a más de 1000m de altitud, donde las nubes ascendían y empezaban a cubrir el pico, es de que me encontraba ante unos momentos mágicos, irrepetibles e indescriptibles. Entre la espesa niebla que se estava formando mientras el viento silbaba muy fuerte, todavía se podían entrever algunas estrellas. Como siempre tenía que actuar rápido, porque en cuestión de minutos toda la cúpula estelar sobre mi cabeza iba a desaparecer. Preparé el equipo fotográfico y busqué una composición en la que Júpiter apareció un poco por encima de mi cabeza y Saturno levemente a mis espaldas. Mi intención ese día no era otra que fotografíar la Vía Láctea, pero muchas veces los caprichos de la naturaleza hay que aprovecharlos.
Nikon D800, Nikon 14-24mm a f/2.8, 30 segundos de exposición a ISO 1000

14-Agosto-2020. Varios meteoros (estrellas fugaces procedentes de los restos que va dejando el cometa 109/Swift-Tuttle en su órbita) procedentes de las Perseidas, atraviesan cerca del centro galáctico de la Vía Láctea. Me encuentro en la cima del Caroig, el lugar más elevado de este imponente macizo. A mis pies el escenario es sobrecogedor, inmensos bosques que se pierden en la lejania, extraordinarios e inaccecibles barrancos, desfiladeros y gargantas…por donde se abren paso las aguas de ríos puros y cristalinos. No exageramos al afirmar lo que se siente en este lugar, la libertad más absoluta, pués está considerada la región más agreste, salvaje y deshabitada de toda Europa. Pero ahora, toca mirar hacía arriba, al cielo…mientras preparo el material fotográfico, algunos murciélagos revolotean a un palmo de mi cabeza atraidos por la luz de mi linterna. Muy cerca escucho las esquilas del hatajo del último rebaño de cabras de estas sierras, donde hace unos años documentė fotográficamente. En esta absoluta soledad se escuchan durante la noche un sinfín de inquietantes llamadas; de entre todas ellas sobresale la parrafada histriónica de los cárabos y la voz profunda del búho real, que se difunden en la noche. Lo vivido esta noche es imposible de describir con palabras, pero con esta imagen (elegida entre las más de un centenar) espero transmitir una pequeña porción de la satisfacción que he sentido. Se puede pedir más? NO…

21-Agosto-2020. Montañas de la sierra de Enguera en el Macizo del Caroig. Es un inmenso placer experimentar la soledad de esta ruta por los parajes del Barranco de la Carrasca y el Abrigo del Mudo, un silencio absoluto que se rompe en ocasiones por el paso de un jabalí al que observo perfectamente a unos 15 metros, así como el tránsito de algunas cabras salvajes. Al final en la sesión fotográfica, mi único compañero allí arriba es el viento que cada vez sopla más fuerte.
21-Agosto-2020. Esta vieja casa situada en la sierra de Enguera, cerca del barranco de la Carrasca y el Abrigo del Mudo, todavía es utilizada por los pastores para guardar ganado.
22-Agosto-2020. Anoche no me resultó fácil llegar a este emplazamiento en el Barranco de la Hoz en la sierra de Enguera, pero mereció la pena el esfuerzo. El escenario desde uno de los «ojos» de la piedra de la Ventana, era sencillamente grandioso, que unido al insistente ulular del cárabo en lo profundo del barranco y los truenos retumbando por toda la sierra, hacian de estos unos instantes de una máxima excitación que para mi no tienen comparación con nada. Detràs de cada una de mis fotografías hay una historia, que a veces (si me apetece) me gusta contar para intentar transmitir mi experiencia…
22-Agosto-2020. La tormenta ascendía tan rápida que en unos instantes me alcanzó en mi salida del angosto barranco.
En la imagen podemos observar muy cerca del centro galáctico al planeta Jupiter, y un poco por encima de este a Saturno. Por si fuera poco, la noche coincidió con la lluvia de estrellas Eta acuáridas procedentes de restos del cometa Halley y que hacen su aparición todos los años los primeros días del mes de mayo.

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