El murciélago

«Sin plumas vuela y boca abajo duerme»

Envueltos en un halo de superstición y leyendas, los murciélagos han estimulado la fantasía humana desde tiempos inmemoriales.

El murciélago con su aspecto de diminuto diablo vagabundo, es siempre un poco la huidiza representación del miedo. Su figura de máquina voladora del Renacimiento, su negro e impreciso color, su penetrante y agrio chillido y hasta su extraña forma de dormir, son elementos suficientes para que en su entorno se levantara la leyenda del miedo y el artificio del espanto.

Para la mayoría de las personas estos animales, al igual que algunas rapaces nocturnas de aspecto enigmático como los mochuelos y las lechuzas, evocan historias de casas encantadas, cementerios y vampiros sedientos de sangre que se transforman en murciélagos para escapar de los lugares donde practican sus fechorías y perderse rápidamente en la oscuridad de la noche. Pero la verdad de estas historias son tan fascinantes como los mitos de los que están envueltos. Los murciélagos, lejos de ser los monstruos de las leyendas populares, tienen verdaderamente una importancia crucial para la vida de nuestro planeta.

La general aversión que acompaña a estos animales ha de atribuirse a sus hábitos nocturnos, a su parecido con los ratones, a su escalofriante estructura facial, a la extraña conformación de sus extremidades o al ámbito siniestro de sus refugios. Su extravagante aspecto ha hecho que la imaginación popular los convirtiera en animales de mal agüero, compañeros inseparables de brujas y duendes.

<<Lágrimas de mochuelo, saliva de sapo, alas de murciélago, desaparece, hechizo, por este agujero>> (Alumnos colegio Dr. Masmitja. Girona)

No podemos saber la idea que el hombre primitivo tenía de este vecino cavernícola, ya que aunque vivía en las mismas cuevas, hay poca evidencia de encuentros entre ambas especies, solo se conoce una pintura rupestre donde aparecen representados los murciélagos. Las primeras noticias sobre los murciélagos nos llegan, a través de la Biblia, donde se nos muestra como un animal impuro y es considerado como la encarnación del demonio, el cual en numerosas ocasiones es representado con alas de murciélago. Moisés los consideraba impuros y prohibió a los israelitas que los tocaran. Este quiróptero está incluido entre las <<aves abominables>> del Levítico (11, 18) (11, 19) donde se advierte a los creyentes de lo siguiente: <<…Entre las aves tendréis a las siguientes por detestables; no se comerán: el águila, el quebrantahuesos y el águila marina, … la abubilla y el murciélago>>. A pesar de su carácter de mamífero, el murciélago fue considerado durante miles de años como un ave. También lo encontramos a Isaias (2,20): <<Aquel día lanzará el hombre a sus ídolos entre topos y murciélagos>>.

Divus Basilius escribió a la Roma antigua: «La naturaleza del murciélago está ligada con lazos de sangre a la del diablo».

Los murciélagos! Cuenta Ovidio en el libro IV de La Metamorfosis que… las hijas de Minias desobedeciendo la órden de Baco, continuaron en su casa tejiendo y faltaron a la fiesta profana del dios… éste enfurecido, deseoso de castigarlas… al llegar el tiempo de la dudosa noche… las Minicides empezaron a esconderse por las estancias y de los fuegos y lámparas la luz evitaban buscando las tinieblas, mientras una membrana por sus pequeñas articulaciones se extendía incluyendo sus brazos en una tenue ala… y al intentar hablar, mínima y según su cuerpo una voz emiten, realizando leves lamentos con un estridor; frecuentando los techos no las espesuras, odiando la luz de noche vuelan y así de la avanzada tarde tienen el nombre.

Aunque para los griegos el murciélago era un animal híbrido, de aspecto siniestro y fantasmal, fue considerado símbolo de inteligencia, seguramente por su habilidad para volar en la noche sin tropezar con los obstáculos.

Otras supersticiones antiguas arraigadas en algunas comarcas rurales nos hablan de la costumbre de clavar murciélagos en las puertas para la protección contra demonios nocturnos y maléficos. Gotas de sangre de murciélago bajo el cojín de una mujer le aseguraba la bendición de tener hijos. Sin embargo, se le tenía gran simpatía para el remedio contra las plagas de hormigas, langostas y la picadura de las serpientes.

Se lo consideraba como una criatura siniestra que presuntamente se enredaba en los cabellos de los seres humanos, y que cuando un murciélago entraba en una casa, moriría un miembro de la familia. En otras partes se decía que eran criaturas de diablos que esperaban en el crepúsculo a las brujas, o bien que eran una transmutación de las propias brujas.

El médico Arnau de Vilanova escribió un tratado sobre los hechizos que ofrece numerosos remedios para la impotencia causada por la magia y señala que la brujería es ocasionada por una inscripción con carácteres escritos con sangre de murciélago.

Los libros de los antiguos doctores árabes contienen numerosas prescripciones sobre ellos y los charlatanes medievales de Europa los incluían frecuentemente en sus curas.

La obra más famosa de magia astral fue un texto árabe, escrito por Maslama Ibn Ahmad al-Majriti en la España musulmana del siglo X, conocido a Occidente como Picatrix y traducido en 1256 al castellano a instancias de Alfonso X el Sabio, y que fue considerado durante muchos siglos la Biblia de los brujos. Se ofrecen una lista de sustancias mágicas con propiedades maravillosas, entre las cuales figuran el cerebro de abubilla y la sangre de murciélago (Cap.11 [268]): «Cuatro sahumerios compuestos para expandir la espiritualidad de la discordia y la enemistad, entre ellos el tercero que dice: «…sesos de murciélago, y sangre de gavilán, cuatro meticales de cada; cuajo y sebo de conejo medio metical de cada. A esta mezcla se le añade otro canto de tamo de paja, y se sahuma con ello».

Dado que hasta hace unos 50 años nadie sabía nada de la orientación de los murciélagos mediante los ultrasonidos, se creía que estos seres podían ver en la oscuridad, así pués, al libro Los prodigios del mundo de Albertus Magnus (s. XIII), se dice al respecto: «Si quiere ver algo en plena oscuridad y percibirlo como a plena luz del día, úntese la cara con la sangre de un murciélago y todo ocurrirá tal y como lo he explicado».

Durante gran parte de la época medieval, fue el animal misterioso por excelencia, asociado a las sombras y al mal, tanto es así, que los demonios del arte medieval eran representados con alas de murciélago.

Al Renacimiento, personajes instruidos como el genial pintor y científico Leonardo Da Vinci, ven a los murciélagos de otra forma, y se hace servir de su fisonomía alar para confeccionar un modelo de máquina aérea, pero no obstante, en 1570 al «Bestiario de Don Juan de Austria», Martín Villaverde dice: El murciélago es ave y animal que vuela de incierta manera de naturaleza, con alas de cuero que con unos pellejos corta el ayre y en él se sustenta. Anda entre las aves y animales con quatro pies y pare no güevos si no hijuelos de su forma y los cría con leche. Cerca, rodea y busca su pasto a la tarde, pasada la luz del sol, que con el sol no ve lo que á menester. Su pluma es vello y su color pardo a manera de ratón. Chilla enhadosadamente.

Un siglo después, a la época Barroca, era considerado el símbolo del anticristo. El pintor español Francisco de Goya, precursor de la pintura Contemporánea, los utilizó como símbolo de todo lo amenazante y de la irracionalidad.

En 1598 la Inquisición de Mallorca procesó a Miquel Fiol, mercader catalán, por hacer uso de unas pócimas de una bruja, concretamente de una bebida de golondrina y murciélago que había dado a una mujer y así «ésta iría detrás del hombre que se lo había dado».

En nuestras tierras valencianas tenemos una leyenda que dice que estando las tropas del rey Jaime I acampadas en el Rabal de Ruzafa, a las afueras de las murallas de la ciudad de Valencia, y asediando a los musulmanes, un murciélago hizo su nido a la parte alta de la tienda real y el rey ordenó que no lo espantaran, ya que le pareció una señal de buena suerte. Una noche, cuando el ejército cristiano dormía confiado, el golpe de un tambor alertó al rey y a sus soldados; ordenó a sus oficiales que extremaran la vigilancia, y descubrió una avanzada mora que por sorpresa atacaba el campamento cristiano; esto condució a una dura batalla que provocó la reterida del ejército sarraceno y la posterior conquista de la ciudad de Valencia. Grande fue la sorpresa del rey Jaime I, que quiso premiar a quien había avisado con los golpes de tambor, cuando comprobó que había estado el aleteo del murciélago sobre la piel del tambor. Desde entonces el murciélago es considerado un símbolo de alerta y protección, y se ha incorporado a las banderas y escudos de ciudades como Valencia, Palma de Mallorca, Barcelona y Albacete.

Como hemos podido ver, el murciélago es uno de los animales que tiene más mala imagen por todo el mundo, y nada más lejos de la realidad, ya que son enormes consumidores de insectos que evitan el uso de pesticidas y plaguicidas químicos que tienen efectos negativos sobre el medio natural. Son también generadores de un abono excelente para finalidades agrícolas. Por todo eso y muchas otras capacidades y características físicas, fisiológicas y biológicas, los murciélagos son unos animales indispensables para el ser humano.

En el mundo viven cerca de 1.100 especies (En España 29 especies y a la Comunidad Valenciana 23 especies, de las cuales 12 son cavernícolas, 4 forestales y 7 urbanas), y más de la mitad de ellas se encuentran gravemente amenazadas por la destrucción de su hábitat, el uso de pesticidas, los incendios, la urbanización descontrolada, las molestias provocadas en sus refugios por citar algunos ejemplos.

Por todo eso, están protegidos des de 1980 a todo el territorio nacional y todas las especies se encuentran incluidas en el CATÁLOGO NACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS. Algunas de ellas, como el murciélago patudo (1) y el murciélago de herradura mediano (2) están en un serio peligro de extinción.

El murciélago desde siempre ha sido la especie animal que más me ha fascinado, y a la cual más horas de observación y seguimiento he dedicado. Fotografiarlos en su hábitat y adentrarme en su intimidad ha sido todo un reto para mi, principalmente porque vuelan de noche, son negros, pequeños, apenas puedes verlos y no digamos ya enfocarlos. Son rapidísimos y cambian de trayectoria de repente e inesperadamente. La mayoría de las veces al hacer la foto ellos ya no estaban allí, pero la experiencia de los años depurando la técnica y la manera de abordar las sesiones fotográficas han hecho que los resultados conseguidos me dejen satisfecho. Por último, hay que decir que todos somos responsables de su conservación. Todos hemos de entender que son una pieza clave en los ecosistemas y que los beneficios ecológicos que nos ofrecen son incuantificables.

Si alguna vez encontrais un murciélago, no le hagáis daño. Él solo quiere vivir de acuerdo a su naturaleza y a los lugares donde siempre ha vivido.

Acerquémonos, amémoslos o al menos respetémoslos. Son indispensables y han estado y estan injustamente maltratados y perseguidos.

En nuestras manos está cambiarlo.

(1) El murciélago patudo mantiene a la Comunidad Valenciana más de la mitad de los efectivos de toda Europa Occidental, y concretamente a la comarca de la Ribera Alta, se encuentran los refugios más importantes de esta especie en todo el territorio nacional. Una de las particularidades descubiertas sobre este quiróptero hace tan solo unos pocos años es que incluye peces en su dieta, es decir, tenemos un murciélago pescador.

(2) El murciélago de herradura mediano se encuentra en un proceso avanzado de regresión. Las exiguas poblaciones valencianas requieren medidas urgentes para su recuperación, ya que en los últimos censos realizados se estimó menos de 100 ejemplares para toda la Comunidad Valenciana.

Bibliografía

CHARRO GORGOJO, Manuel Ángel: «Murciélagos: Príncipes de las tinieblas» dins Revista de Folklore, n°220, Fundación Joaquín Díaz, any 1999.

Published by

Leave a comment