El gran gato mediterráneo

Fotografía de linces ibéricos en estado salvaje y fauna autóctona, un soleado día de finales de agosto. Peñalajo.

Peñalajo, en las estribaciones más septentrionales de Sierra Morena, ya en la provincia de Ciudad Real, por su alta densidad en sus poblaciones de perdices y conejos de monte se ha convertido en uno de los enclaves más importantes dentro de los programas de conservación del lince ibérico, que como sabemos es el felino más amenazado de extinción que existe en el planeta.

Esta zona natural, que como ya hemos mencionado anteriormente, es el último coletazo de Sierra Morena, se caracteriza por tener sierras bajas de bosque mediterráneo de dehesa y de secano, bien conservado, aislado de toda actividad humana y con abundante matorral y sotobosque, hábitat principal del lince ibérico.
Es un felino de tamaño mucho mayor que un gato doméstico. Se caracteriza por su aspecto robusto, sus patas largas y su cola corta con una borla negra en el extremo y que suele mantener erguida batiéndola en momentos de peligro o excitación.

Sus orejas están rematadas por unos característicos pinceles compuestos por pelos negros rígidos cuya finalidad posiblemente sea la de descomponer la redonda silueta de su cabeza, favoreciendo de este modo su mimetismo.
También son características las patillas que cuelgan de sus mejillas y que aumentan progresivamente de tamaño con la edad. Los jóvenes de pocas semanas carecen de patillas y casi de pinceles y en los individuos de un año ya aparecen las patillas, aunque cortas, que apenas cuelgan por debajo de la barbilla. Los machos tienen las patillas más largas que las hembras. Las plantas de sus patas son anchas y almohadilladas y le permiten desplazarse silenciosamente. Su coloración varía de pardo a grisáceo con los flancos moteados de negro.

Es un ágil cazador. Se aproxima sigilosamente a la pieza y salta sobre ella con rapidez. Es el único carnívoro considerado como especialista en la captura de conejos, aunque también puede alimentarse según la época del año de anátidas, ungulados, micromamíferos y aves como la perdiz.

Vive de manera solitaria y nómada, mostrándose más sociable en la época de celo, que comienza entre enero y febrero. En esta época del año suele permanecer con su pareja, pero el resto del año, el lince es un animal de hábitos solitarios. Las madrigueras se hacen en lugares bien protegidos y escondidos como roquedos, árboles huecos, etc.

La gestación dura 62 ó 63 días, tras la cual la hembra pare una media de 2 crías. Es la madre la que se hace cargo de los pequeños. A las cuatro semanas suele cambiar de madriguera, y a los dos meses las crías son capaces de acompañar a su madre en las cacerías. En otoño comienza la fase de dispersión, durante la cual los individuos juveniles abandonan el territorio natal.

En 1966 se declaró al lince como especie protegida. En 2002, se contabilizó que quedaban menos de 50 individuos adultos en dos núcleos aislados de Andalucía. Dentro de las causas del declive de la población están en la merma del conejo de monte, principal alimento del lince, la destrucción del bosque mediterráneo, la endogamia, la caza furtiva o los atropellos.

El proyecto europeo LIFE “Lynx Connect”, es el cuarto proyecto de conservación de la especie. Cuenta con una inversión de 18 millones de euros para interconectar las diferentes áreas de reintroducción del lince ibérico, mejorando su hábitat y la gestión genética y demográfica de este felino.

Los datos del último censo de lince en la Península Ibérica son realmente esperanzadores, con un total de 1.365 ejemplares, un aumento del 22,62% respecto al censo del año 2020. Haber superado los mil ejemplares de lince ibérico viviendo en libertad es un gran éxito para la conservación en España y en el mundo. Pocas especies son capaces de escapar de una situación tan crítica como ha estado el lince, que ha pasado de “En peligro crítico de Extinción” a “En peligro de extinción”.

No obstante, el Fondo Mundial para la Naturaleza insiste en que debemos seguir luchando por sacar a esta especie del peligro de extinción en el que vive.

Según WWF, el lince dejaría de estar amenazado con al menos 3.000/3.500 individuos y 750 tendrían que ser hembras capaces de reproducir. Desde esta organización llevan dos décadas trabajando por la conservación del lince, concretamente desde su creación. Desde la ONG se han encargado del mantenimiento de acuerdos de custodia con 18 fincas, de desarrollar trabajos de mejora de hábitat y recuperación de las poblaciones de conejo.



2 Comments
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esta genial!!!. Que grande eres.
Ole mi compañero!!!!
GRANDE MENA!!!💪💪
Eres el millor!!! Enhorabuena per está experiencia..😘😘