Tras la estela de los murciélagos

Corría el verano del 2012 cuando me encontraba inmerso en un apasionante proyecto fotográfico para la Generalitat Valenciana sobre los murciélagos; por aquel entonces ya llevaba  casi una década aplicando y perfeccionando la técnica de la “alta velocidad” desarrollada por el maestro Ricardo Vila, que consistía en introducir la luz artificial de los flashes a velocidades altísimas del orden de 1/20000 por segundo, junto a numerosas horas de observación y de pacientes esperas para obtener un resultado satisfactorio. Esta técnica me permitió adentrarme en el universo de estas criaturas que, para el imaginario colectivo y gracias a la novela y la cinematografía, forman parte de las del mundo de la oscuridad y las tinieblas. Mi intención fue captarlos mientras revoloteaban en total oscuridad en lo profundo de la noche, congelando en un instante sus rápidos, impredecibles y zigzagueantes movimientos, casi imperceptibles para el ojo humano. Imágenes de enorme valor documental, donde nuestros protagonistas, los murciélagos, se nos aparecen en el fotograma, con sus aerodinámicos cuerpos, en multitud de formas, posiciones y expresiones faciales que les caracterizan y al tiempo que emiten los ultrasonidos durante sus vertiginosos vuelos y con la finalidad de ubicarse espacialmente.

Murciélago orejudo gris. Plecotus austriacus

En una de estas noches veraniegas y preparando las sesiones fotográficas, el destino quiso jugar una “mala pasada”, pues una serie de casualidades y de reveses se fueron produciendo, pero que paradójicamente significaron en el inicio de una nueva técnica que con el tiempo fui perfeccionado. El caso es que me encontraba intentando captar los vuelos de algunos ejemplares de murciélago común Pipistrellus pipistrellus, que revoloteaban alrededor de una farola en busca de su habitual comida de insectos. La fuerte luz artificial que emanaba de la farola, junto a los parámetros de mi cámara -que olvidé cambiar la noche anterior mientras realizaba una sesión nocturna buscando las estelas de los vehículos que pasaban en la entrada de una ciudad-, me condujo por casualidad a descubrir un interesante efecto: los murciélagos al atravesar la fuente de luz continua dejaban un rastro tras de sí que otorgaba a la imagen un novedoso dinamismo y las fotografías obtenidas esa noche fueron el inicio de un nuevo camino en cuanto al concepto fotográfico de los quirópteros; pues ahora el objetivo no era solo intentar registrar el movimiento del murciélago en el último instante con la ayuda de la iluminación artificial de los flashes, sino registrar también su trayectoria de vuelo en forma de una estela de luz que nos proporcionaba la luz continua. En el caso anterior, esa luz continua fue aportada por la potente lumbrera de una calle, que sobreexpuso en exceso la imagen, por lo que tenía que ir buscando soluciones.

Murciélago hortelano. Eptesicus serotinus

La técnica de las estelas ya se conocía desde mucho tiempo atrás, a través de la cual se dispara el flash a la segunda cortinilla del obturador de la cámara durante una exposición más o menos larga. En el caso de los coches que llevan incorporada encima la luz no hay problema, pero cómo hacerlo con los murciélagos. Ese fue mi reto. La única solución era aportando nosotros esa luz. Siguiendo algunos consejos de mi amigo Walfrido, empecé a hacer pruebas con diferentes focos, para al final quedarme con unas linternas en las que no solo podía controlar la intensidad del haz, sino que también su diámetro.

Murciélago patudo. Myotis capaccini

Ahora, llegado el momento, después de tantos años en busca de esa fotografía impactante, experimentando con la luz y con el tiempo, he hallado una técnica en la que combinando dos fuentes de luz diferentes, la ultrarrápida de los flashes con la continua de las linternas, me daba como resultado unas imágenes de un enorme atractivo estético, en el que en un mismo fotograma teníamos una línea de tiempo, la estela que representa de donde viene el murciélago (el pasado) y el momento preciso cuando los flashes congelan la imagen final (el presente).

Sin duda, la cinemática y el mundo de los sueños se han unido en mi último trabajo.

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